viernes, 31 de agosto de 2018

El amante de Yulia Lipnitskaya (Ciencia ficción)



El amante de Yulia Lipnitskaya

Capítulo 1

San Miguel de Tucumán, Argentina. Agosto de 2018.

Eduardo Balzaretti tiene 40 años, vive en San Miguel de Tucumán, Argentina. Eduardo es un targeted individual desde hace más de 20 años. Constantemente es hostigado con armas electrónicas y con acoso organizado.
En el mundo hay miles de personas como él, personas que han sido "sacrificadas" para probar en ellas armas electrónicas y utilizar contra ellas el acoso organizado.
Nadie sabe con certeza cuál es el fin último de este programa mundial, pero algunos creen que es una prueba y que luego estas tecnologías de control y hostigamiento se utilizarán sobre toda la humanidad.
A pesar del hostigamiento, Eduardo consiguió un empleo como programador de computadoras en un estudio contable. Cuando él está en el trabajo el nivel de hostigamiento disminuye, es casi como si sus controladores le permitieran trabajar.
Eduardo vive solo en un departamento y tiene como hobby estudiar ruso. El ver videos de YouTube sobre Rusia y el idioma ruso es para él relajante y lo ayuda a sobrellevar el hostigamiento.
Su vida era rutinaria hasta un jueves de agosto a la noche. Eduardo, como siempre, se recostó temprano, a las 10 de la noche. Ese era uno de sus rituales. Recostarse temprano para poder descansar el mayor tiempo posible.
Esa noche tuvo un sueño muy particular. En el sueño aparecía una mujer joven muy hermosa. La reconoció inmediatamente. Era la patinadora rusa Yulia Lipnitskaya. La había visto patinar en varios videos. Ella era joven y hermosa. Con ella tuvo un sueño perfecto. Un sueño sintético. Un sueño erótico. Y fue hermoso.
Todos los sueños que Eduardo ha tenido desde que es targeted individual son sintéticos. En internet nadie sabe exactamente como se programan estos sueños. Hay algunos targeted individuals que piensan que se utiliza una computadora de gran capacidad para generarlos. Pero, básicamente, el targeted individual sueña sólo lo que sus controladores quieren que sueñe, y nada más. Sólo sueña lo que ha sido cuidadosamente diseñado. Muchas otras veces, el targeted individual no sueña nada, durante varias noches consecutivas.
A la mañana siguiente, en su trabajo, Eduardo notó a una hermosa mujer, alta, delgada, de pelo largo y rubio, de unos 30 años, que conversaba con su jefe en el estudio contable.
Luego de un momento la mujer se acercó hasta el escritorio de Eduardo.
- Buenos días, me llamo Julia Aguirre. Soy una empresaria y ahora clienta de este estudio contable.
Entonces Eduardo recordó su sueño. Se llama Julia, se dijo a sí mismo. ¡Que casualidad!
- Soy Eduardo Balzaretti, mucho gusto. Se presentó Eduardo.
- Sr Balzaretti, queremos que reescriba la función de impresión de facturas de nuestro sistema.
- Por supuesto. Ahora comenzaré a modificar el programa.
- Tengo además otros detalles del sistema que quiero discutir con usted.
- Sí, como usted diga. No tengo problemas en que tengamos una reunión de trabajo.
- Mañana, a las 14 horas, cuando usted sale del trabajo podríamos almorzar y discutir las posibles modificaciones al sistema.
- Sí, está bien. Mañana a las 14 horas.

Capítulo 2

El día siguiente, Eduardo y Julia se encontraron en el estudio y luego fueron a almorzar a un restaurante del centro de San Miguel de Tucumán.
Conversaron animadamente y en un determinado momento Julia le dijo:
- Hay algo importante que debes saber sobre mí.
- ¿Sí?
- No soy realmente una empresaria. Soy una agente de la AFI (Agencia Federal de Inteligencia de Argentina).
Eduardo estaba completamente sorprendido. Hablando con Julia había olvidado el hostigamiento psico-electrónico que sufría desde hace tantos años.
- ¿Una agente de inteligencia?...
- Desde hace dos años que soy tu principal controladora. Yo te controlé y te torturé estos dos últimos años.
- ...¿Y por qué me dices eso ahora?
- Me reasignaron como agente de inteligencia exterior. En dos semanas voy a viajar a Rusia, a Ekaterimburgo. No sé cuánto tiempo estaré en el exterior.
- ¿Ekaterimburgo, en Rusia?
- Y hay algo más. Me enamoré de vos. Quiero que vivamos juntos estas dos últimas semanas hasta mi viaje fuera del país.
- ¿Quieres que te perdone por algo?
- No, no quiero que me perdones. Quiero tu amor. Fuiste algo importante en mi vida. Fueron dos años controlándote. Sé como pensás, las cosas que te gustan. Quiero que vos conozcas algo sobre mí. No sé que me pasará en Rusia, pero antes de irme quiero amarte. Además, si aceptas, no serás controlado ni hostigado mientras estés conmigo.
- ¿El sueño que tuve con Yulia Lipnitskaya fue un sueño sintético?
- Todos tus sueños son sintéticos. Todos los sueños de todos los Targeted Individuals del mundo son sintéticos.
- ¿Por qué me hiciste soñar con Yulia?
- Para que me aceptaras. Además, en Rusia, viviré, al menos por un tiempo en Ekaterimburgo, la ciudad natal de Yulia Lipnitskaya. Y tenemos el mismo nombre.
- Entonces, quieres que vivamos juntos dos semanas. Y además no me hostigarán durante ese tiempo.
- Así es.
Eduardo miró a las otras personas en el restaurante. Ingenuos, se dijo. Me gustaría ser como ellos. Me gustaría volver a vivir como ellos. El no ser controlado ni hostigado por dos semanas era un buena recompensa, además del amor de Julia, una joven, hermosa e intrigante mujer.
- Está bien, acepto.

Julia se mudó al departamento de Eduardo. Durante las dos semanas siguientes Eduardo y Julia se convirtieron en amantes.

Capítulo 3

Dos semanas después, en el aeropuerto de San Miguel de Tucumán, Eduardo y Julia se despidieron.
- Adiós, Eduardo. No me olvides.
- Buena suerte, Julia.
Julia abordó el avión a Buenos Aires. En uno o días más Julia viajaría a Rusia, a Ekaterimburgo.
Julia nunca le dijo a Eduardo cuál sería su función en Rusia. Tampoco le dijo nada sobre la tecnología que hace posible el hostigamiento psico-electrónico o sobre su vida como agente de inteligencia.
- No tenes que saber nada de eso, le decía ella, cada vez que Eduardo la interrogaba.

Pasó así casi un año desde que Julia se fue. La vida de Eduardo volvió al nivel anterior, al de antes de concocer a Julia. Volvió a ser controlado y hostigado.
Luego, un día, llegó al estudio contable un hombre alto, bien vestido, que pidió hablar con Eduardo en privado.
Se reunieron en una oficina vacía del estudio.
- Me llamo Roberto Muñoz y debo decirle algo importante... Julia Aguirre ha desaparecido.
- ¿Julia? ¿Desaparecida? ¿En Rusia?
- Sí. En Ekaterimburgo. Perdimos contacto con ella hace 3 meses. Tenemos muy pocas esperanzas de volverla a encontrar con vida. En caso de que pasara algo asi, Julia nos dió esto para que le entregáramos a Ud.
El hombre le alcanzó a Eduardo un sobre grande.
Eduardo abrió el sobre y en él había una foto, una foto autografiada de la patinadora Yulia Lipnitskaya, aquella con la que Eduardo tuvo ese sueño.
- Y Julia nos pidió algo más.
- ¿Sí...?
- En caso de que no volvieramos a comunicarnos con ella, nos pidio que lo liberaramos del programa en el que está usted. Nos pidió que usted dejara de ser targeted individual y nosotros accedimos.
A partir de ahora usted está libre. Ya no será más un targeted individual. Ella lo libertó. Usted ya no será controlado ni hostigado.
- ¿No me hostigarán más?
- No. Ahora es libre. Ese era el deseo de Julia Aguirre en caso de que algo le pasara. Ahora usted es libre.
Eduardo quedó pensativo.
- Disfrute de su vida, le dijo el hombre y luego salió de la oficina.
Eduardo contempló en silencio la foto autografiada de Yulia Lipnitskaya. Recordó todos los días que pasó con Julia. Recordó todos sus años como targeted individual. Soy libre, se dijo a sí mismo. Luego de un momento, se levantó y salió de la habitación.

(Fin)

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